martes, 11 de enero de 2011

No me da miedo mañana, porque he visto ayer y me encanta hoy.

La primera semana del año fue bastante monótona, y es que aquí no respetan a los Reyes Magos ni nada y todo lo que hice fue exámenes, estudiar y empezar las clases. El único cambio de mi horario es que dejo de tener educación física y ahora tengo teatro, que me apasiona. Y no es que educación física no me gustara pero comparado con las clases del año pasado, era un aburrimiento. Y el viernes por fin tuvimos el Lock-in. No sabía yo que se podía pasar bien hasta las 7 de la mañana sin salir de fiesta y estando en una iglesia. Por fin fui a patinar sobre hielo, después de un año y medio, y no, no me caí, sorprendentemente. El sábado que viene vamos a esquiar, eso sí que va a ser un show, pero no voy a adelantar acontecimientos. Después de patinar fuimos a una sala de juegos y después volvimos a la iglesia y jugamos a Underground Church, que básicamente consiste en esconderse mientras tratas de buscar a un prisionero sin que la policía encuentre ni al prisionero ni a los demás, y todo esto a oscuras sin salir del edificio de la iglesia. El sábado básicamente dormí todo el día y el domingo después de la misa, nos fuimos de compras, que ya me tardaba. Agoté todas las tarjetas de regalo que me trajo Papá Noel y con los Reyes estoy enfadada porque las cajas con origen española están retrasándose demasiado. Hoy la alarma me despertó a las 7.10, como siempre y cuando miré el móvil tenía un sms que anunciaba que Jefferson County Catholic Schools were CLOSED today. Y, nada, me volví a dormir, no sin antes levantarme y mirar por la ventana, para ver que todo estaba cubierto de blanco. Puede parecer que alegra mucho perder clase, pero es sólo momentáneo ya que no me puedo olvidar de que los días que perdemos nos los quitan de vacaciones. En teoría, si se cumplen las predicciones, en poco más de cinco meses estaré de vuelta a tierras españolas. No sé qué pensar. A veces parece mucho, otras veces nada. Aunque en realidad tengo la sensación de que un día me despertaré, y estaremos en junio, y todo esto se habrá esfumado, sin dejar rastro. Tengo la sensación de no soy consciente de lo que estoy viviendo, si no fuera por el ya típico “I pledge allegiance to the flag of the United States of America and to the republic for which stands, one nation under God, indivisible, with liberty and justice for all”, que me confirma que estoy en este país. La verdad no tengo muy claro si se supone que yo debo decir eso, pero un día la profe de historia dijo que sólo se debía hacer con la mano en el corazón si se amaba este país. Y yo amo este país, un montón. Ayer me dieron las notas y no hubo sorpresas. Menos mal, porque me deprimiría sacar malas notas aquí. Y ahora ya ha empezado el segundo semestre. Unbelievable, time flies. Recuerdo los primeros días de clase, miraba mi agenda y me imaginaba como sería todo en Enero, como habrían cambiado las cosas, si seguiría contenta o si me habría aburrido ya de los States. Todo ha mejorado, si cabe. Yo he mejorado también. He aprendido más en estos meses que en años, me he conocido mejor, he cambiado. Y, sí, sigo teniendo 16 años, los mismos que cuando llegué, pero he crecido y mucho.






2 comentarios:

  1. aprovecha "teatrera"! (en los dos sentidos de la palabra) que dentro de nada estás en casa:)
    ♥ mamá

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  2. Ya vemos que estas muy bien cosa que nos alegra disfruta de la nieve un beso.

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